jueves, 5 de junio de 2008

Crónicas de una ida y una vuelta: Capítulo V


Era pasada la media noche y la oscuridad era casi absoluta. No corría mucho viento por el valle, sin embargo la temperatura era notablemente baja para ser primavera y se podía apreciar que los picos montañosos todavía se conservaban bastante blancos.
A los pies de la montaña más alta había una pequeña laguna, franqueada por varios árboles que también cubrían parte de la extensión del valle.
De repente, como salidos de la nada, aparecieron dos figuras en las proximidades de la laguna. Eran dos personas, una de ellas de unos 6 pies de alto, la otra era algo mas baja. A pesar del frío no llevaban mucho abrigo, tampoco cargaban bolsos de viaje o mochila alguna, parecía que estaban allí de paso.

Observaron detenidamente en donde se encontraban, tratando de reconocer el lugar. Avanzaron hacia un extremo de la laguna y se instalaron cerca de los árboles. Uno de los hombres, el más alto, se adentro en el bosque mientras el otro se sentó sobre el pasto, sacó una pipa de madera y comenzó a fumar. Pasado varios minutos, el que se adentrado en el bosque volvía cargando algunos leños; se acercó a su compañero, acomodó los maderos en el suelo y los encendió

La fogata pareció reavivar a estas extrañas personas. Por la luz que ésta emitía se podía notar que eran dos jóvenes que apenas superaban los 20 años. Ambos usaban ropas Muggles: el fumador vestía jeans con zapatillas y una campera negra, el otro joven también usaba jeans pero tenía un pulóver negro en la parte de arriba. A ninguno de los dos parecía molestarles el frío, hasta se podría decir que estaban disfrutando de la frescura nocturna.

Henry sacó una botella de plástico, con una etiqueta negra que rodeaba el centro y que contenía un líquido negro el cual comenzaron a beber.

- ¿Te parece que éste es el mismo lugar?- preguntó Henry a su amigo- Apenas lo observé antes de partir-.

- Creo que si- respondió Tommy y bebió un trago de la botella.- Sin duda estamos en el lugar correcto, a este lago lo conozco casi como la palma de mi mano. Lo que me pregunto es si estamos realmente en abril, este frío no es primaveral- continuó y le paso la bebida a su amigo, que lo miro pensativo.

- No caben dudas en cuanto al vórtice, te transporta a la misma fecha pero en el pasado. La diferencia climática se debe a los Dementotes que azotan al país- dijo Henry dándole un trago a la botella- Independientemente de eso el plan salió tan bien como esperaba, no podría haberse dado una situación más óptima. Hace mucho tiempo que deseábamos esto, Tommy, y finalmente lo logramos- le dijo sonriente.

Tommy asintió con la cabeza, termino la bebida y la botella desapareció - Si, nos vamos a divertir bastante, vamos comprobar si las crónicas eran ciertas-.

Henry se alzó y sacudió la tierra de sus jeans - Bueno, solo hay una forma de despejar cualquier duda que nos quede- dijo mirando a su alrededor mientras sacaba su varita - Vamos a entretenernos un rato-. Esperó a que su amigo se preparara, y una vez listo pronunció el nombre maldito, “Lord Voldemort”.

Instantáneamente cinco “cracks” se escucharon directo frente al lago, a unos 20 metros de ellos dos; los recién llegados se veían bastante amenazantes, pero los dos jóvenes ni se inmutaron. El grupo se acercó a Tommy y Henry quien mantenía una sonrisa de oreja a oreja. La aparición de los Snatchers confirmaba las suposiciones de este último; el vortice los había transportado correctamente, Voldemort todavía no había sido derrotado y podrían llegar a cumplir sus objetivos

El más alto y fornido de los cinco habló primero, su voz, aunque bastante ronca, denotaba cierta alegría.

- Vaya, vaya- dijo observándolos de arriba a abajo -, dos Muggles que irrespetuosamente pronuncian el nombre del Señor de las Tinieblas. Vamos a tener que enseñarles lo peligroso que es hacer eso en estos tiempos- dicho esto los otros cuatro comenzaron a reír. Entonces la voz de Tommy se alzo entre las risas - Están algo equivocados- dijo - Piensen un poco ¿Cómo podría ser que dos Muggles conocieran el nombre del Señor Tenebroso? Tal vez nuestras ropas lo sean, pero somos magos como ustedes-.

Eso fue suficiente para que los Snatchers dejaran de reír y el líder saco una lista de su bolsillo. - ¿Nombres?- preguntó bruscamente, toda posibilidad de jugar con su presa se había desvanecido.

-Tommy Castechulix- contestó el mago.

-Henry Persico- dijo su amigo -¿Con quien tenemos el placer?-

El líder los miro de arriba abajo, con desden, pero respondió - Mi nombre es Jack y estos son mis hombres- y luego de buscar durante unos momentos en su lista agrego - No los encuentro, pero su acento no es de estas regiones, vamos a tener que llevarlos al Ministerio para que allí vean que hacen con ustedes- y con un ademán a los otros cuatro dijo - encadénenlos-. Entonces ambos jóvenes rompieron a reír, tomando por sorpresa a los cinco Snatchers. Todavía riendo Henry dijo - Siguen estando equivocados si creen que vamos a ¿Como se dice? Ir calmados- y dejando de reír continuó - No tenemos intención de ir al Ministerio y francamente me parece una perdida de tiempo-. Mientras Henry hablaba, la expresión de los caza recompensas era cómica. Parecía como que los habían golpeado con un hechizo paralizante, manteniendo por unos largos segundos las caras de sorpresa.

- ¿Creen que dos magos solitarios, en medio de un descampado, son suficientes para ganar un duelo contra cinco?- preguntó Jack levantando su varita al igual que sus subordinados. Los dos jóvenes movieron sus cabezas afirmativamente- Entonces vamos a tener que jugar un poco con ustedes- sentenció finalmente.De las varitas de los Snatchers salieron cinco rayos de luz roja en dirección a Henry y Tommy que riendo dieron la vuelta en el lugar y desaparecieron. Segundos después reaparecieron cerca de los árboles, detrás de dos de los atacantes, levantaron sus varitas y éstas emitieron dos fogonazos de luz verde que golpearon a cada uno. Volvieron a desaparecer y reaparecieron momentos mas tarde frente a los tres que quedaban. Sin dejarles un segundo para reaccionar, Tommy agitó su varita y esta emitió otro rayo de luz verde, impactando al mas alejado de ellos que voló por los aires y se desplomo sin vida a un metro de la laguna.

Frente a ellos quedaban Jack y su secuaz que apuntaba su varita temblorosamente hacia Tommy.

- Parece que dos magos solitarios fueron suficientes para liquidar a tres de ustedes en quince segundos- dijo Henry -Ahora que estamos mano a mano, veamos si pueden aprovechar esta segunda oportunidad-.

Dos rayos de luz verde salieron dirigidos hacia los jóvenes, pero la mezcla de miedo y sorpresa hizo que erraran su blanco por varios centímetros. Tommy contestó con otra maldición asesina que golpeo a su contrincante mientras Henry decía -Crucio!-Ésta le dio de lleno a Jack quien cayó al suelo gritando y retorciéndose de dolor.

-Bueno- dijo Tommy -, dale un respiro para que disfrute los últimos momentos de su vida- Henry levanto la varita y Jack dejo de gritar. Luego de unos minutos se acercó hacia él, quien parecía a punto de perder el conocimiento; Henry dirigió su varita directo al corazón de su enemigo y dijo - Avada Kedavra!-

Los dos jóvenes magos se miraron y volvieron a reír, pero esta vez con más ganas, como si lo que acababan de vivir fuera inmensamente cómico.

- Nunca en sus vidas habían visto a alguien moverse tan rápido- dijo Tommy mirando a su alrededor y observando los cinco cadáveres.

- Cierto- dijo Henry -; pobres tontos, nunca tuvieron una chance. Creá un pozo, yo los voy a transformar en algo que no llame mucho la atención-.

Algunos minutos después Tommy había cavado mágicamente un pozo bastante profundo cerca de los árboles (donde todavía ardía la fogata) y Henry se acercaba levitando los cadáveres de los Snatchers, los cuales habían sido transformados en huesos tan grandes como el fémur de una vaca. Los dejo caer en el pozo y Tommy lo volvió a llenar con tierra.

- ¿Qué te gustaría hacer ahora?- Preguntó Henry.

- Mmm, no se. ¿Qué te parece ir Hogsmeade? Potter todavía no va a andar por ahí y la ciudad esta repleta de Mortigafos- dijo Tommy.

- Ok, tenemos varios días para disfrutar antes de que debamos volver. Y espero que los Mortifagos presenten más pelea que estos pobres Snatchers-

- Yo no me ilusionaría- le recomendó Tommy-, ver para creer-.

Apagaron el fuego y unos minutos después habían desaparecido. Dejando todo casi como estaba antes de que llegaran.

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